Las levaduras del subfilo Saccharomycotina son de importancia industrial y médica. Entre las especies que incluye, se encuentra la Saccharomyces cerevisiae, empleada por ejemplo para fabricar pan, cerveza y vino, entre otros productos; y Candida albicans, un patógeno humano oportunista que es responsable de generar una gran variedad de infecciones. Una investigación internacional, recientemente publicada en la revista Science, en la que participó el científico del CONICET Diego Libkind, director del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas (IPATEC, CONICET-UNCo) contribuye a conocer mejor los factores que determinan el lugar que ocupan los seres vivos en el medioambiente.
Esto es fundamental para poder generar metabolismos aún más diversos o específicos para necesidades biotecnológicas particulares. Por ejemplo, la producción de biocombustible a partir de residuos vegetales como el bioetanol que también tiene uso farmacéutico.
“Esta investigación científica es relevante no sólo para la ecología sino para la biotecnología por el tipo de microorganismos que se utilizaron porque nos permite comenzar a entender cómo evolucionaron algunos metabolismos de importancia industrial” expresa Libkind, quien además es docente de Microbiología de la Universidad Nacional del Comahue.