A dos años del femicidio de Valeria Coppa, el pasado viernes 29 de enero se realizó un breve acto en el patio de acceso de la UNCo Bariloche para descubrir el mural realizado en homenaje a la estudiante de la carrera de Enfermería.
Estuvieron presentes el Decano Marcelo Alonso, la Secretaria de Investigación Mónica Palacio, docentes, nodocentes e integrantes del colectivo “Ni unx menos Furilofche”, quienes descubrieron el mural junto a la madre de Valeria, Marianela Ubilla, en un momento profundamente emotivo.
El mural forma parte del proyecto artístico “Nos Queremos vivas. Encaminando, la construcción colectiva de la memoria feminista”, organizado por el Equipo de Acompañamiento de la Asamblea Ni Unx Menos Furilofche. Su producción comenzó en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra de Género, el 25 de noviembre del año pasado.
Alonso en su discurso recordó a Valeria como estudiante, madre, hija, amiga y trabajadora, y destacó que “es preciso enfrentar y erradicar este flagelo, el de la violencia de género o violencia contra las mujeres, que azota a nuestra sociedad y es consecuencia de una cultura machista. Y esto requiere que cada uno de quienes formamos parte de esa sociedad nos comprometamos a trabajar y a pelear por ese cambio”.
“Para acompañar este cambio necesario -planteó el decano- la Universidad debe tener un rol fundamental en ese cambio. Lo debe hacer por medio de sus planes de estudio, pero también con la creación de espacios de reflexión sobre nuestras prácticas cotidianas y la transmisión de valores humanitarios a quienes pasan por estas aulas. Este es un compromiso que hemos tomado como comunidad universitaria.
Daniela Carrazco, docente de la UNCo Bariloche e integrante del colectivo, leyó junto a sus compañeras Daniela Liska y Malena Farías el documento de Ni unx menos Furilofche. Hicieron un recorrido por la vida de Valeria, el contexto de su femicidio, la causa judicial y la recordaron: “Allá por noviembre nos encontramos a pintarte Vale, hicimos un rito al duelo con la memoria feminista como impronta y bandera de vida digna. En el patio de la universidad del Comahue, donde estudiabas enfermería, porque predicabas con el ejemplo tu deseo de ayudar, porque estabas siempre poniendo tu voluntad al servicio del resto. Y vinieron todas tus amigas, y otra vez entre pucho y mate te hiciste presente, con recuerdos desbordados de amor, te nombraban y reían y se perdían en silencio, en esas historias que te reviven en cada una de ellas”.