El viernes 14 de junio la Universidad Nacional del Comahue Bariloche volvió a reunir a la comunidad para festejar otra restitución de identidad. El Contador de Nietas y Nietos Recuperados fue nuevamente el centro de atención. En un acto emotivo y musical, se cambiaron los chapones para pasar del 129 al 130 en el monumento interactivo creado para homenajear a las Abuelas de Plaza de Mayo y a los organismos de derechos humanos de Argentina.
Participó del festejo la comunidad estudiantil, docentes, no-docentes, funcionarios, integrantes de la Carrera de Miguel y de la Red por la Identidad de los Lagos del Sur, concejales, representantes del IFDC, de la Secretaría de DDHH de la provincia de Río Negro, representantes de ATE Nacional y otras organizaciones sociales y de derechos humanos.
El Decano Marcelo Alonso habló de la importancia del rol de la Universidad como espacio de homenaje a la lucha de las Abuelas y recordó que ese día se conmemoraba también la rendición de la guerra de las Malvinas, “otra deuda de justicia en nuestro país” en alusión a los militares que aún falta que reciban condenas por sus crímenes en Dictadura.
Mónica Palacio, Secretaria de Investigación, leyó la historia de Javier Matías Darroux Mijalchuk y luego Marcela Ceballo, en representación de la Carrera de Miguel, expresó que se sentían honradas y agradecidas por la invitación.
Ceballo leyó un poema que en un fragmento decía: “Contra viento y marea, en tiempos de calma, de oscuridad y en los de aires frescos, cuando se crece desde pie …. nada ni nadie puede detener una construcción sólida desbordada de amor, esperanza y justicia”.
Sumaron música al acto Lucia Schlichter y Javier Martinez Bucas quienes interpretaron algunas “Canciones acústicas nacidas del piano”, antes de que el público saliera al patio a cambiar los números del contador.
Sacaron las placas del 29 Víctor Báez como docente y Patricia Correa en representación de los no-docentes. Se expresaron también Daiana Marileo, presidenta del Centro de Estudiantes del CRUB y Mirta Siedlecki de la Red por la Identidad de los Lagos del Sur, quienes participaron del Contador colocando el flamante 30.
#130
En diciembre de 1977, a tres cuadras de la ESMA, encontraron un bebé de 4 meses en la calle, el bebé fue adoptado. Gracias a la búsqueda de las Abuelas de Plaza de Mayo y de su tío, recuperó su identidad. Era Javier Matías Darroux Mijalchuk, hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos a fines de 1977.
Todavía falta mucho por descifrar: su mamá estaba embarazada de dos meses cuando fue secuestrada, así que Matías quizás tenga un hermano o hermana. Y también saber qué pasó con sus padres, ya que no fueron vistos en ningún campo de concentración.
En la presentación que organizaron las Abuelas el jueves 16, Matías saludó y agradeció a todos los que contribuyeron para que pudiera recuperar su identidad, en especial a su tío, que nunca dejó de buscarlo: “Es difícil entender lo que él vivió, la alegría siempre es parcial, porque el hecho de encontrarme significa que nunca va a ver a su hermana”.
Y agregó: “Me resistía a acercarme a Abuelas porque estaba bien con quién era, o eso creía, pero a fines de 2006 entendí que si buscar mi identidad no era tan importante para mí no podía ser tan egoísta porque del otro lado podía haber personas buscándome”.