Este miércoles 2 de octubre se realizó en todo el país la Segunda Marcha Federal Universitaria en defensa de la educación pública. En San Carlos de Bariloche, la comunidad salió masivamente a las calles para movilizarse desde Onelli y Moreno, hasta el Centro Cívico de la ciudad.
La marcha estuvo encabezada por las autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, de la Universidad Nacional del Río Negro, del Instituto Balseiro y de la Universidad Tecnológica Nacional, junto a representantes gremiales trabajadores y trabajadoras de docentes y nodocentes de las distintas instituciones y representantes estudiantiles, y se sumaron miles de vecinos y vecinas de Bariloche a acompañar el reclamo.
“Si a la Ley de Financiamiento Universitario, No al veto” y “Sin Salarios dignos no hay universidad de calidad” fueron las consignas de esta multitudinaria movilización que concluyó con la lectura de documentos del Frente Universitario de Bariloche y de representantes estudiantiles.
“Hoy, la educación universitaria se ve amenazada por un enorme desfinanciamiento, que busca destruir el sistema científico tecnológico argentino. La excusa es la búsqueda de un descenso en el gasto público y, en su nombre, todo está permitido, incluso la entrega de la soberanía nacional”, afirma en uno de sus partes el documento del Frente Universitario, además de señal que “históricamente la educación ha sido un valor para la sociedad argentina, ha sido el principal vehículo de movilidad social y económica ascendentes, ha sido la cuna del pensamiento crítico, ha sido la semilla de la investigación y de la innovación en ciencia y tecnología, la posibilidad de construir un proyecto de vida, generando un impacto inconmensurable en los millones de ciudadanos que la transitan de distintas maneras, también en las y los ciudadanos que no pueden finalizar las carreras. Nos hablan de la riqueza del suelo argentino, pero la primera fuente de riqueza de cualquier sociedad es una población formada y con pensamiento crítico”.
El texto leído en la plaza, destaca que “la agresión sobre la educación superior incluye componentes simbólicos y se perpetra sostenidamente a través del desfinanciamiento universitario. Este se evidencia hoy en salarios de docentes y no docentes que no alcanzan siquiera a empatar a la inflación, lo cual deteriora nuestra vida y la calidad de la educación. Aunque los gremios tengan vocación de diálogo, el gobierno frustra sistemáticamente las paritarias, con magras ofertas de recomposición salarial e incrementos unilaterales casi nulos. Como ejemplos concretos del ataque que denunciamos, padecemos los efectos de los siguientes actos de gobierno que afectan a las universidades y al sistema científico tecnológico: la pérdida del 25-30% del poder adquisitivo de los salarios universitarios en apenas 10 meses, que actualmente son los menores de América Latina, un 60% de salarios docentes universitarios por debajo de la línea de pobreza, la destrucción del sistema de becas de todo tipo para estudiantes de grado, el corte casi total del financiamiento de la investigación, el recorte a la mitad, y la demora de 4 meses, en las becas de postgrado, la paralización completa del alta de investigadores de CONICET con concursos ganados”.